La emoción de ese día llegaba a límites insospechados, por fin íbamos a ver el Coliseo. Ya teníamos compradas la Roma Pass, ésta la podéis comprar en las oficinas de turismo, estaciones de tren…etc; en nuestro caso compramos la de 72 horas la cual nos dio acceso durante ese tiempo a: transporte de la ciudad tales como tranvía, metro y autobuses (ojo no incluye accesos al aeropuerto), y al acceso a los dos primeros museos y descuentos en el resto de museos. Nosotros usamos la Roma Pass para entrar en el parque arqueológico del Foro, Coliseo y Palatino y también para entrar en el Ara Pacis con la exposición itinerante incluida.
Saltoconsejo: es importante antes de adquirir la tarjeta que sepáis dónde vais a gastarla y si compensa, en nuestro caso sí compensaba porque sólo la entrada del Ara Pacis con la exposición itinerante eran 18€. Desde Marzo de 2019 para entrar en el Coliseo con la Roma Pass es obligatoria la reserva anticipada de la entrada.
Cogimos el metro para llegar al Coliseo y una vez que salimos del metro allí estaba, el maravilloso Coliseo o Anfiteatro Flavio. No nos podíamos creer que lo teníamos delante, más de 2000 años de historia; este fue un sueño cumplido.

Lo primero que hicimos después de las miles de fotografías, fue ir a activar la Roma Pass en la taquilla del Foro, teníamos la visita del sótano, arena y tercer piso del Coliseo a las 13:00 horas y teníamos mucho tiempo para explorar la zona y nuestro corazón palpitaba porque queríamos verlo todo.
Saltoconsejo: es interesante que compréis para ver estas ruinas el libro «Roma Ricostruita», nosotros lo adquirimos en una tienda de souvenirs la versión española, parece una turistada pero realmente te haces una idea de cómo era el foro en tiempos de esplendor de la Antigua Roma.
Nos dirigimos a las taquillas del Foro y Palatino que hay justo delante cerca del arco de Constantino. Aquí tenéis este mapa sacado de la web tribunaram para que podáis ubicar cómo son las ruinas.

Nosotros contratamos la excursión con guía a la zona subterránea del Coliseo, la arena y el tercer piso en la web oficial, realmente para conocer los entresijos de este anfiteatro es una visita muy recomendable. De nuevo os recuerdo que para hacer la visita es necesario que tengáis en vuestro poder la entrada al recinto previamente. Con la entrada simple al Coliseo puedes visitar el primer y segundo piso, con la excursión completamos la visita hasta el tercer piso, el cuarto pudimos verlo pero está muy mal conservado. Para nosotros esta visita fue muy interesante y la repetiríamos de nuevo; pero volvamos al principio.
Tras adquirir validar la Roma Pass en la taquilla del foro procedimos a entrar a las ruinas. El foro podemos compararlos con las plazas principales hoy en día donde está el ayuntamiento (siempre salvando las distancias); en este espacio los ciudadanos disponían de las instituciones gubernamentales, templos y lugar de comercio.
En el foro romano podemos encontrar entre otros el arco de Tito, el Arco de Septimio Severo, los templos de Juno, Rómulo y Saturno…pero lo más maravilloso del foro romano es pasear por su pavimento. Como os he comentado anteriormente no tiene sentido pasear por estas ruinas sin verlas cómo eran en época del la Antigua Roma en su máximo esplendor. Tras un largo paseo por sus ruinas, procedimos a subir al monte Palatino y visitar su museo, desde el monte podemos ver una magnífica panorámica del foro y el coliseo y además podemos ver el Circo Máximo desde arriba.
Ya era hora de ir hacia el Coliseo, para nosotros fue una visita muy enriquecedora tanto culturalmente hablando como la energía que nos trasmitió. El guía nos explicó la historia del anfiteatro fuera de leyendas, nos dijo cómo subían a las fieras a la arena y en contra de lo que muchos piensan estos espectáculos estaban muy preparados. Con que estaban preparados queremos decir que como podemos ver en la película «Gladiator» los gladiadores, fieras, etc valían dinero. El gobierno pagaba los juegos por lo que que un gladiador muriera (tenían un sueldo) o que una fiera saliera dañada de los juegos significaba que perdía dinero y esto no era bueno para ninguna de las partes. En el anfiteatro se representaban tanto luchas de gladiadores, espectáculos de caza e incluso hay escrituras que dicen que se hacían batallas navales.

El guía también nos contó cómo construyeron el famoso Anfiteatro Flavio o Coliseo y la razón de que haya llegado a nuestra época ha sido en parte por los materiales usados. En la visita recorrimos los entresijos del monumento, hoy en día proclamado una de las maravillas del mundo moderno. Otro detalle fue visitar la arena, es una reconstrucción de cómo era la arena en la época romana realmente impresiona salir por esa puerta y ver el graderío.
Vistas desde el tercer piso Detalles graderío Panorámica desde la Arena del Coliseo de Roma
Tras la enriquecedora visita y poder visitar por nuestra cuenta los dos primeros pisos y fijarnos mucho más en los detalles que el guía nos explicó en la visita, ya era hora de comer. Siguiendo la recomendación del guía nos fuimos a una calle cercana del coliseo junto a las ruinas de la escuela de gladiadores, allí comimos en el restaurante Binario 4, comimos dos platos de pasta y de postre helado, la verdad que bastante bueno y lo mejor de todo, vistas al maravilloso Coliseo.

Con la barriga llena nos dirigimos a la Via dei Fori Imperiali, en la que pudimos ver el Foro de Nerva, Augusto y Trajano; es espectacular por un paseo con esculturas de Augusto puedes ver desde arriba las ruinas; seguimos paseando hasta el Monumento a Vittorio Emmanuel II. Este monumento también conocido como Altar de la Patria es descomunal y no tiene muy buena fama entre los romanos; pero a nosotros nos pareció bastante bello; se encuentra situado en la Plaza de Venecia, en esta plaza confluyen algunas de las avenidas más importantes del centro histórico de Roma.
Continuamos nuestro camino hasta el Campidoglio o monte capitolino, en esta plaza se encuentra los Museos Capitolinos donde podéis descubrir mucho más la historia de la Antigua Roma, nosotros no lo visitamos por falta de tiempo pero sí pudimos ver la Loba capitalina con Rómulo y Remo, mejor dicho una reproducción de ésta, ya que la original se encuentra en el Museo. Cuenta la leyenda que Luperca amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de Roma; esta escultura representa este momento de la historia. Desde el Campidoglio también podéis ver una maravillosa panorámica del Foro Romano.

Empezó a llover y nosotros nos dirigimos corriendo a Santa Maria di Cosmedin, dicho así no sabréis a lo que me refiero pero ¿y si os digo que en ella se encuentra la boca de la Verdad?. Esta iglesia medieval en cuyo pórtico se encuentra la famosa Bocca della Verità, y en el interior entre otras las reliquias de San Valentín, patrón de los enamorados, o la cripta de Adriano I.
Cuenta la leyenda que quien miente frente a la boca de la verdad pierde la mano, podemos verla en la película «Vacaciones en Roma» donde Gregory Peck le hace una broma a Audrey Hempburn fingiendo que la boca se ha tragado su mano.
Imágen «Vacaciones en Roma» Boca de la Verdad
Empezó a llover muchísimo por lo que volvimos al hotel, ya que la lluvia nos sorprendió saliendo de la iglesia y acabamos empapados en la explanada del Circo Massimo.
El día acabó pero para nosotros después de este paseo por las ruinas de la maravillosa Roma Imperial; también entendimos porque el Coliseo es una de las Maravillas del mundo y seguíamos en Roma donde lo antiguo se integra perfectamente en la ciudad. Juzgar vosotros mismos.

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